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jueves, 13 de junio de 2013

LOS FRENOS: SU HISTORIA

El funcionamiento de los frenos es vital para tu vehículo. Conoce un poco de su historia y de sus cambios a través del tiempo.



Frenos: la historia  


Cuando vamos a comprar un automóvil, todos, o casi todos, nos fijamos detenidamente en muchos aspectos: en su diseño, su color, su potencia, su amplitud, su cómoda cojinería de cuero o sus rines de lujo... Nos fijamos hasta en el último detalle de nuestra adquisición antes de, por fin, conducirlo por las calles de nuestra ciudad. Pero, generalmente, casi nadie se pregunta cómo son los frenos del auto que acaban de comprarSe nos pasa por alto preguntar las características, el funcionamiento y el mantenimiento de esos frenos que, en algún momento, podrían salvarnos la vida.
Al hablar de frenos, nos estamos refiriendo a una parte fundamental de la composición de un vehículo. No importa si son autos de alto cilindraje o un automóvil pequeño: los frenos son los encargados de detener sus ruedas,  las cuales transmiten las fuerzas por medio de la fricción entre estas y el pavimiento por donde circula  el vehículo. 
Básicamente, las funciones de los frenos son dos: desacelerar y detener el vehículo, y facilitar el estacionamiento del mismo.  Son ejes fundamentales de la seguridad activa, y,  por lo tanto, su funcionamiento es vital para la seguridad del conductor y los demás ocupantes de un automóvil.
Para que el trabajo de los frenos sea efectivo, necesita que tenga los siguientes componentes: Que sea eficaz (o que detenga el vehículo en un tiempo y distancia mínimo);   que sea estable (o que conserve, en el acto de frenar, la trayectoria del vehículo); que sea progresivo (o proporcional al esfuerzo que realiza el conductor) y que sea confortable o casi sin esfuerzo.
A partir de estas premisas, el hombre ha dedicado años de esfuerzo y dedicación a perfeccionar el sistema que permite detener completamente el vehículo. La historia habla de una increíble recursividad para lograr un sistema de frenado preciso y ajustado a las necesidades actuales. Pero al principio, no todo era tan sencillo.


Un poco de historia

La necesidad de conducir un vehículo lleva, implícitamente, la necesidad de detenerse cuando el conductor deba y desee hacerlo.
A finales del siglo XIX, el sistema de frenos que utilizaban los automóviles consistía en una guaya que, al accionarse desde el pedal del freno, bloqueaba  la rueda para lograr la detención del vehículo. El problema de este sistema es que el conductor  debía tener muchísima fuerza para lograr parar el auto, cosa que no siempre lograba con éxito. Además, sólo se usaba el freno de atrás, pues se pensaba que, si un auto tenía frenos en su parte delantera, podría causar, al momento de la detención, un inevitable volcamiento. 
Durante estos primeros años, se presentaron los primeros accidentes de tránsito de la historia. Henry Wells, un prestante hombre de negocios de Nueva York, atropelló el 30 de mayo de 1896 a Evelyn Thomas, quien conducía una bicicleta. Aunque la mujer no sufrió lesiones graves gracias a la poca velocidad de los vehículos de entonces, sí fue ingresada al hospital para curarle algunas heridas. La peor parte la llevó el señor Wells, que fue aprehendido algunos días, después que la policía descubrió que aquel monstruo metálico y desconocido no se conducía solo.
La misma suerte no la corrió Brigdet Driscoll, de 45 años. Caminaba por las calles de Londres cuando fue sorprendida por Arthur James Edsall, quien se encontraba manejando un auto de la Anglo French Car Company en una demostración para Alice Standing. Aunque Edsall alegó que sólo iba a 6.5 kilómetros por hora, Alice dijo que el conductor había modificado el motor de su vehículo “ para que este corriera como una bola de fuego”. Ver más en http://www.anfrix.com/2007/01/el-primer-accidente-de-transito/

A partir de los años 50, el sistema de frenos cambió para dar paso al servofreno o boster, un mecanismo que funciona aprovechando el vacío del motor, inyectando presión a un sistema hidráulico a través de mangueras que a su vez accionaban las pastillas de los discos de los frenos de los vehículos. Con este adelanto, ya el conductor no tenía que usar su fuerza para frenar el automóvil, gracias a los avances que ofrece la fuerza hidráulica actual. 
En 1965, Volvo añadió una válvula limitadora de presión. En 1963, Mercedes comenzó a instalar de serie sistemas de frenos con 3 circuitos. En la carrera por disipar mejor el calor, en 1966 Porsche lanzó el disco autoventilado. En 1985 comenzó a ofrecerse el ABS, en lo que fueron los inicios de la aplicación de la electrónica a los sistemas de frenado.
Abierto ya el camino, la llegada de más sistemas electrónicos a los frenos fue cuestión de tiempo: en 1986 llegó el control de tracción (ASD y ASR) que funciona en conexión con el ABS; en 1994, el ESP; en 1996, y posteriormente la asistencia a la frenada. Ver más en http://www.todomonografias.com/oficios/frenos-y-embragues-parte-1/ 
La tecnología actual ha llevado a que los vehículos modernos tengan frenos más efectivos y confiables. Pero los conductores no parecen prestarle atención a su mantenimiento periódico y su desgaste normal puede ocasionar que fallen cuando más lo necesitamos.   

¿Conoces el tipo de frenos que usa tu vehículo? ,¿Cuándo fue la última vez que los hiciste revisar? ¿Haz tenido algún inconveniente con el sistema de frenos de tu auto?

Fuente:sura.com

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