A 150 años del nacimiento de Henry Ford
Creador de la línea de ensamblaje y producción en masa de
automóviles, recientemente se conmemoraron los 150 años del nacimiento
de Henry Ford, oriundo de la ciudad de Dearborn, Michigan (USA), donde
se le rinde tributo a su aporte al mundo de los negocios y en especial
pro al creación de la cadena de ensamblaje. Por ser la ciudad donde
creció y donde se encuentra la esencia de su legado, Dearborn se
vistió de fiesta en un gran acto en el Henry Ford Estate (también conocido como Fair Lane), la casa donde vivió y que luego se transformó en su museo. “Coming Together: Una celebración del 150° cumpleaños de Henry Ford” reunió
a miembros de la familia, empleados y jubilados de la empresa,
autoridades, representantes del Museo Henry Ford y la Universidad de
Michigan.
Bill Ford, presidente de la compañía, y Edsel Ford, descendientes del
fundador, dieron testimonio en la celebración, que también contó con
una exposición de vehículos históricos, conciertos, baile y feria de
productos agrícolas y artesanías.
Henry Ford nació el 30 de julio de 1863, en el condado de Wayne en el
estado de EE.UU, área que más tarde se convirtió en Dearborn. Como el
mayor de seis hermanos, él trabajó en la granja de la familia y visitaba
la ciudad con su padre, donde tuvo el primer contacto con su verdadera
pasión, la mecánica, viendo las primeras tecnologías de motores y
máquinas. Cuando era niño, Ford desmantelaba todo lo que llegaba a sus
manos. En su comunidad era conocido como reparador de relojes. A
medida que iba creciendo tuvo oportunidad para indagar en la mecánica,
aprender a reparar las máquinas de vapor y los molinos. En la década de
1890, concentró su interés en los motores de combustión interna.
En abril de 1888, Ford se casó con Clara Bryant. Comenzó a trabajar como ingeniero de la Edison Illuminating Company y
progresó rápidamente en su carrera. Fue ascendido a ingeniero jefe en
1893, el mismo año en que su hijo Edsel nació, y se ganó la estabilidad y
la libertad para explorar sus propios experimentos de manera más
económica. A pesar de su sólida carrera en Edison Illuminating, Ford
estaba decidido a aventurarse en la construcción de automóviles, lo cual
fue su objetivo durante mucho tiempo.
Henry Ford nombró su primer vehículo ATV. El modelo atrajo suficiente
apoyo financiero para que dejara su cargo en la compañía de Edison y
participara en la fundación de la Compañía de Automóviles de Detroit en
1899, la cual fracasó por diversas razones y, en 1901, Ford volvió a
trabajar como empleado. Más tarde, el mismo año, nació Henry Ford Company. En 1902, decidió dedicarse por entero a la empresa para tener más tiempo para perfeccionar sus vehículos.
En su pequeño taller, trabajó en dos autos de carrera, el “Arrow” y “999”.
Con la ayuda de un diseñador, mecánico y un campeón retirado de
ciclismo, los nuevos modelos estaban dispuestos a correr. Barney
Oldfield, considerado por algunos historiadores como el mejor piloto en
los primeros años del automovilismo, dirigió el “999” en la
carrera de la Copa Desafío de los Fabricantes en Grosse Pointe,
Michigan. El coche llegó una milla (1.600 metros) por delante de los
otros competidores.
Después de la carrera, A.Y. Malcomson, comerciante de carbón en
Detroit, se interesó en sus vehículos. Los dos se hicieron socios y Ford
comenzó a trabajar en un coche nuevo. A principios de 1903, hubo más
inversores, dando origen a la Ford Motor Company, el 16 de junio de
1903. Un mes después, hubo una difícil situación: la caja de la compañía
tenía menos de 250 dólares. Los recursos de ahorro de entrada llegaron
el 13 de julio de 1903, un pago en efectivo de la venta de tres modelos
A, por un total de US$ 1320 y la compañía logró mantenerse en
funcionamiento. A finales de 2012, uno de esos tres coches- uno rojo
modelo A de 1903- fue comprado en subasta por Bill Ford. Se cree que el
chasis del vehículo es el número 30.
Con la mejora de la situación financiera, Ford aumentó el suministro
de vehículos y mejoró su producción. Los icónicos modelos T llegaron en
octubre de 1908, marcando el comienzo de una nueva era en América. Fue
el noveno vehículo producido por Ford, que lo llamó “el coche
universal”- un vehículo de bajo costo y confiable, que pudiera ser fácil
de mantenimiento y que recorriera los caminos pobres de esa época.
Vendió más de 15 millones de unidades, y puso al mundo sobre ruedas.
En
1913, Ford creó la línea de montaje de automóviles. Cargadores y
transportistas aéreos traían las piezas a la línea de montaje, logrando
aumentar la producción y reduccir los costos. En 1914, Ford tenía 13.000
empleados y produjo alrededor de 300.000 vehículos, mientras que otras
299 empresas con 66.350 empleados producen cerca de 280.000 coches. La
construcción de la planta de Rouge en 1917, fue el primer paso hacia el
sueño de Ford para montar un complejo integrado de manufactura, donde el
procesamiento de materias primas, las piezas y el montaje se realiza de
manera eficiente en un solo lugar.
La producción masiva de automóviles impulsó el mercado
automovilístico y ayudó a desarrollar la economía agrícola en los
Estados Unidos, trayendo una nueva era de prosperidad industrial y
urbana. Muchos historiadores le acreditan a Henry Ford la creación de la
clase media en Norteamérica. Su alto salario base -revolucionario en su
momento-, fue un precedente para la distribución de los ingresos de la
compañía que más tarde influyó en las prácticas de gestión.
“La visión de mi bisabuelo era la de mejorar la vida de las personas
mediante la fabricación de automóviles asequibles para la familia de
clase media. Su idea de la producción de automóviles con un precio
razonable, que hoy en día aún resuena, define nuestra visión”, comentó
Bill Ford.
A parte de sus carros, lo que hizo el éxito de Henry Ford fue
extender su potencial para transformar la sociedad. Antes de Ford, los
carros eran artículos de lujo, y la mayoría de sus primeros competidores
producían y vendían sus productos a los clientes ricos. Ford entendía
que con las técnicas adecuadas los autos podrían convertirse en
productos asequibles y deseables por el público en general. Él se
concentró en hacer que el proceso de fabricación fuese más eficiente
para vender más barato.
La visión del negocio de Ford iba más de los automóviles: era el
transporte, la movilidad, el cambio de estilo de vida. Previó el efecto
dominó de la producción en masa para crear más puestos de trabajo y
permitir que más personas compraran los carros que él producía. Ford
Motor Company se convirtió en una compañía internacional, mucho antes
que cualquiera de sus competidores. En el apogeo de su fama y poder,
Ford operaba y vendía sus productos en más de 30 países, incluyendo
China, Brasil y la mayor parte de Europa. El lema de Henry Ford, “ayudar
a los demás”, influyó en su estilo de gestión. Reconoció que las
políticas generosas con los empleados dan como resultado empleados más
satisfechos y mejores productos. Sin embargo, dijo que no creía en el
amor convencional y no daba oportunidades a las personas si éstas no se
ayudaban a sí mismo.
Algunas
de las novedades introducidas en la empresa fueron: El pago de 5$ por
día, el doble del estándar de la industria, acercando a los empleados
los carros que producían. Ford considera esto como una forma de dividir
las ganancias de la empresa con los que ayudaron en la producción;
creación de oportunidades de empleo para las personas con necesidades
físicas y mentales especiales; facilidades para la educación en el lugar
de trabajo, a partir de la escuela de inglés en la planta Highland Park
en 1919, cuando se dio cuenta de que su fuerza de trabajo, formada por
muchos inmigrantes, necesitaban el refuerzo del lenguaje.
Henry Ford se retiró, por primera vez, en 1919, entregando el
liderazgo de la compañía a su hijo Edsel. Ese mismo año adquirió los
títulos de los accionistas minoritarios de la empresa, por la asombrosa
suma para la época de US $105.820.894, convirtiéndose así junto con su
familia, en los únicos propietarios de Ford Motor Company. En 1943, tras
la temprana muerte de Edsel a sus 49 años víctima del cáncer, Henry
volvió a asumir como presidente, pero muchos dicen que nunca fue el
mismo tras la pérdida de su amado hijo. El 21 de septiembre de 1945, la
junta directiva de la compañía recibió su carta de renuncia como
presidente y en la cual postulaba a Henry Ford II, su nieto y el hijo
mayor de Edsel, como su sucesor. Fue así como Henry Ford se retiró
definitivamente a los 82 años de edad.
La muerte lo encontró tan ocupado como siempre. El 07 de abril 1947,
Henry Ford estuvo inspeccionando los edificios y jardines alrededor de
Dearborn, pues habían sido dañados por las peores inundaciones de la
historia en la zona, e incluso habían cortado el suministro de energía a
su propia casa, Fair Lane. Esa noche, murió en su cama a la luz de las
velas, evocando una escena de la época sin electricidad en la que nació.
Fuente: automotriz.net
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